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| Foto cortesia de: http://periodismoyotrascosas.blogspot.com |
La reciente venta del canal de noticias Globovisión puso en jaque a una audiencia cautiva que esperaba recibir noticias e información crítica, acerca de las cosas increíbles que pasan en el país desde hace unos cuantos años. Muchos que, jamás se han sentado frente a una computadora corrieron a abrir una cuenta de twitter bajo la premisa de "por aquí voy a estar informado".
Lamentablemente la realidad de la penetración de la Internet en nuestro país aún no nos permite asumir a las redes sociales como un medio de comunicación formal. A este respecto les ofresco un trabajo del colega Daniel Padrón del diario El Carabobeño; mismo que además de contarnos la problemética nos hace algunas recomendaciones para cambiar esta sitación. Les invito a leerlo a continuación.
Internet no se ha masificado para afrontar metamorfosis mediática
Daniel Pabón | dpabon@el-carabobeno.com
El chat de Gtalk espabila a Claudia: “Confirmado. Kico fue despedido, está hablando por RCR 750 AM”. Es hora de almuerzo y ningún noticiario le sirve esta información. El dial de Radio Caracas Radio se pierde fuera de la capital. No tiene página Web y, algunas que desde Google prometen señal en vivo, tampoco sirven. Solo Twitter le da pasapalos a la joven, que sin saberlo está siendo víctima de la metamorfosis mediática de Venezuela.
El eslogan “pon Globovisión” desapareció. Hasta hace semanas invocarlo surtía efecto, aunque la señal abierta se vea únicamente en Caracas y Valencia y por suscripción en el resto del país. Las nuevas oraciones imperativas que circulan por redes y mensajería, como “sintoniza a Capriles por TVR y www.capriles.tv” o “Kico en vivo por RCR”, son difíciles o imposibles de acatar desde que las pantallas, enrojecidas, atomizaron el relato opositor.
El radio sobrevive en siete de cada 10 casas y, los más nuevos, desincorporaron la frecuencia AM. Una comparación entre los censos de 2001 y 2011 revela que en una década estos aparatos desaparecieron del 15% de las viviendas. La “caja tonta” sigue siendo el vehículo más generalizado para llegar a los venezolanos. En 93,5% de los hogares hay televisión.
Con los cambios de línea editorial en el canal 33, el liderazgo opositor perdió la única plataforma audiovisual que le garantizaba inmediatez. ¿Podrá Internet compensar este vacío?
En pañales
Con sus reservas, las redes sociales son la válvula de escape, dibujó Marcelino Bisbal. Cumplirán un papel relevante pero insuficiente para la articulación, la movilización y la defensa de derechos, acotó el también comunicólogo Carlos Correa en diálogo con César Miguel Rondón.
Andrés Cañizález, autor de la expresión “metamorfosis mediática”, opinó en su más reciente artículo que el auge de las redes sociales arropa a una clase media informada pero aún está lejos de potenciar un mensaje genuinamente nacional como lo requiere la alternativa democrática. “Twitter ni sube cerro ni llega al campo”, escribió el investigador de la comunicación.
Aunque Venezuela sea el duodécimo país más tuitero del mundo, Internet no se ha masificado. El Observatorio Estadístico de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones precisa que al cierre de 2012 había 3,6 millones de suscriptores. Con base en la cifra, el ente regulador calcula que son usuarios solo 12,5 millones de los 29 millones de venezolanos. Una penetración del servicio de 42,17%.
Carabobo es uno de los cuatro estados que superan esa media nacional. Aquí usan Internet 43 de cada 100 habitantes. El techo de los más conectados lo completan Distrito Capital, Miranda y Nueva Esparta. El suelo de los menos, Apure, Amazonas, Vargas y Delta Amacuro.
Un reto: la configuración de un nuevo entorno-red depende de la participación de los usuarios. “Se necesitan ciudadanos conectados y activos”, aleccionó la investigadora de la ULA Raisa Urribarri en un artículo publicado en 2011 por la revista Comunicación. Otro: seguir pautas. “La sociedad en red es una forma de organización, no es simplemente otra forma de circulación de información”, diferenció en Twitter la especialista de la UCV Iria Puyosa. Uno más: acelerar la infoalfabetización de la gente, aportó el docente de ciberactivismo Luis Carlos Díaz.
Claudia es de los tres millones de venezolanos pegados a Twitter, una red social ruidosa pero 44% concentrada en Distrito Capital y Miranda, según la firma Tendencias Digitales. Si la joven fuese del otro 57,83% del país, analógico y exclusivamente sujeto al menú televisual, ni se entera que un periodista renunciaba a un medio tras advertir censura.
Fuente: El Carabobeño
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